jueves, 4 de junio de 2009

poemas de gioanni quessep






"No digas nada, escucha a las estrellas.Tal vez te digan algo de la rosa que hay en tu jardín..."
"Pareja"Fernando Botero

Reseña biográfica
Poeta y ensayista colombiano nacido en San Onofre, Sucre, en 1939. Estudió Filosofía y letras en la Universidad Javeriana de Bogotá, y en Italia se especializó en poesía del Renacimiento y Lectura Dantis. Desde 1992, es Doctor Honoris Causa en Filosofía y letras de la Universidad del Cauca de la cual es profesor de Literatura. Ha sido colaborador de prestigiosas revistas y está considerado como uno de los poetas capitales de la segunda mitad del siglo en Colombia.De su amplia obra poética merece destacar las siguientes publicaciones: «Después del paraíso» en 1961, «El ser no es una fábula» en 1968, «Duración y leyenda» en 1972, «Canto del extranjero» en 1976, «Madrigales de vida y muerte» en 1978, «Muerte de Merlín» en 1985 y «Antología poética» en 1993. «Brasa lunar» su libro más maduro, obtuvo el Premio Nacional de Poesía José Asunción Silva 2004. ©




ALGUIEN SE SALVA POR ESCUCHAR AL RUISEÑORDigamos que una tarde el ruiseñor cantó sobre esta piedra porque al tocarla el tiempo no nos hiere no todo es tuyo olvido algo nos queda Entre las ruinas pienso que nunca será polvo quien vio su vuelo o escuchó su canto

AMARA YO EL OLVIDOFelicidad en ruinasLo que han visto mis ojosVolver al tiempo amadoYa fugitiva música del polvo(Nada tendrá el amorSi en jardines o nieveLa Quimera le cuentaDel valle de la muerte)Felicidad en ruinasLo que ha visto mi alma en el encantoAmara yo el olvidoY el reino de las hojas que he encontrado

CANCIÓN DEL QUE PARTEPor la virtud del albaquieres cambiar tu vida,y aferrado a la jarciapartes sin rumbo conocido.Todo es propicio, los acantiladosy el arrecife duermen en la espuma,tan sólo una gaviota esperasobre el palo mayor de caoba y de luna.Quizá te aguarden para darteel amor y la palma del vinoo en la orilla sin nombre,pescadores vestidos de un luto azul.Vas solo con tu alma, barajandocanciones y presagiosque hablan del bosque donde la hierba es tenue,lejos de la desgracia que en ti se confabula.A tu paso verás las islasque otorgan el sonido de un caracol,verás tu casa, el humoque ya aspiraron otros en la aurora.Mas, ay, si te detienestal vez allí se acabe tu destino;¿y quién podrá salvarte,quién te daría lo que buscas entre hadas?Duro es partir a la fortuna;el hombre solo cierra los ojos ante el cieloy oye su propia historiasi se rompe el encanto.Pero, si quieres seguir, siguecon la felicidad entre tu barca,todo está a tu favor, el cielo, la lejanía que se abrecomo el amor, como la muerte.
CANCIÓN Y ELEGÍAAbandonas la música del bosqueOh cuerpo amado si olvidé tu nombre¿Qué tiempo de castillo entre las ruinasLa clausurada torre?Desde mi canto para qué leyenda(Tejió el amor la túnica imprecisa)Si el canto no es real si el caminanteNo asciende a tu colinaSi sombra de un color es la palabraCeniza de la piedra es el destinoY el poeta lejano de la nocheAl lado del olvidoDónde la oculta voz que te nombrabaEl extranjero la doliente lunaViene venía por el mar de vinoLa nave en la penumbraPenumbra de la nave es el espejoLa púrpura o lo blanco de la muerteVendrás venías por el mar antiguoPenélope dolienteLa mano y el cristal en su premuraOh rostro amado si perdí tu nombreNave del paraíso te deshojasSolitaria del bosqueQuién moverá mis pasos en la arenaCeleste o gris si al reino desencantaEl hilo de la muerte o la memoriaCercano de la nadaVuélveme ahora a mi país de origenNómbrame el reino para mí celeste¿Qué sombra de silencio por el aguaParaíso de nieve?Nave de casi ayer entre las manosEl mar no permanece a tus orillasYa fábula de un cuento para siempreY espejo de las islas


CÁNTICO DE DOS ROSASNo digas nada, escucha a las estrellas.Tal vez te digan algode la rosa que hay en tu jardíny la rosa del tiempo,-la que está viva o muerta-en la arena que arde.La rosa que hay en tu jardín es bella.No la amarga hechicera que te llamadesde tu nacimiento, rosa oscura que te alumbra el final y las orillasdel aqueronte. No hables, que estás solocon nada indecible, siempre lejosdel azul más profundo. Mira pues si el agua va a una isla donde crecenrosas ya sin ventura o venturosas;y escribe y canta. Y oye a las estrellasque hablan desde una página pedida.


CANTO DEL EXTRANJEROPenumbra de castillo por el sueño Torre de Claudia aléjame la ausencia Penumbra del amor en sombra de agua Blancura lenta Dime el secreto de tu voz oculta La fábula que tejes y destejes Dormida apenas por la voz del hada Blanca Penélope Cómo entrar a tu reino si has cerrado La puerta del jardín y te vigilas En tu noche se pierde el extranjero Blancura de isla Pero hay alguien que viene por el bosque De alados ciervos y extranjera luna Isla de Claudia para tanta pena Viene en tu busca Cuento de lo real donde las manos Abren el fruto que olvidó la muerte Si un hilo de leyenda es el recuerdo Bella durmiente La víspera del tiempo a tus orillas Tiempo de Claudia aléjame la noche Cómo entrar a tu reino si clausuras La blanca torre Pero hay un caminante en la palabra Ciega canción que vuela hacia el encanto Dónde ocultar su voz para tu cuerpo Nave volando Nave y castillo es él en tu memoria El mar de vino príncipe abolido Cuerpo de Claudia pero al fin ventana Del paraíso Si pronuncia tu nombre ante las piedras Te mueve el esplendor y en él derivas Hacia otro reino y un país te envuelve La maravilla ¿Qué es esta voz despierta por tu sueño? ¿La historia del jardín que se repite? ¿Dónde tu cuerpo junto a qué penumbra Vas en declive? Ya te olvidas Penélope del agua Bella durmiente de tu luna antigua Y hacia otra forma vas en el espejo Perfil de Alicia Dime el secreto de esta rosa o nunca Que guardan el león y el unicornio El extranjero asciende a tu colina Siempre más solo Maravilloso cuerpo te deshaces Y el cielo es tu fluir en lo contado Sombra de algún azul de quien te sigue Manos y labios Los pasos en el alba se repiten Vuelves a la canción tú misma cantas Penumbra de castillo en el comienzo Cuando las hadas A través de mi mano por tu cauce Discurre un desolado laberinto Perdida fábula de amor te llama Desde el olvido Y el poeta te nombra sí la múltiple Penélope o Alicia para siempre El jardín o el espejo el mar de vino Claudia que vuelve Escucha al que desciende por el bosque De alados ciervos y extranjera luna Toca tus manos y a tu cuerpo eleva La rosa púrpura ¿De qué país de dónde de qué tiempo Viene su voz la historia que te canta? Nave de Claudia acércame a tu orilla Dile que lo amas Torre de Claudia aléjale el olvido Blancura azul la hora de la muerte Jardín de Claudia como por el cielo Claudia celeste Nave y castillo es él en tu memoria El mar de nuevo príncipe abolido Cuerpo de Claudia pero al fin ventana Del paraíso


CERCANÍA DE LA MUERTEEl hombre solo habitaUna orilla lejanaMira la tarde gris cayendoMira las hojas blancasRostro perdido del amorApenas canta y mueveLa rueda del azarQue lo acerca a la muerteExtranjero de todoLa dicha lo maldiceEl hombre solo a solas hablaDe un reino que no existe


DIAMANTESi pudiera yo darteLa luz que no se veEn un azul profundoDe peces. Si pudieraDarte una manzanaSin el edén perdido,Un girasol sin pétalosNi brújula de luz que se elevara, ebrio,al cielo de la tarde;y esta pagina en blancoque pudieras leercomo se lee el más clarojeroglífico. Sipudiera darte, comose canta en bellos versos,unas alas sin pájaro,siempre un vuelo sin alas,mi escritura sería,quizá como el diamante,piedra de luz sin llama,paraíso perpetuo.


DUENDESLa biblioteca a solas. Luna, duendesen el umbral, y un canto que se anunciaposible en el dorado de las hojas.Toma el asombro de morir y el cielopor la música hallada se hace nocheque ilumina la rosa en la tiniebla.Voces de lo más hondo, pasos y alasen el umbral, y un habla oscura y bellade hilo desvelado que retornapor el telar al bosque, nos envuelve.¿Qué se hizo la casa, dónde estamos?Duendes y luna a solas en el muro.


ESFINGEFeliz tú que no miraslos ojos de la Esfinge,y no ves que es azul el laberintode su arena; terribleconocimiento de una vida amargael que nos dan los últimos jardines.Feliz tú que no sabesquién teje la ilusión de tus tapices,ni quién es la hilandera de tus días,vendimiadora que da un vino triste.Cantas tu himno, loco de esperanza,y no sabes si mueres o si vives.

INSOMNIOCanto de un grillo en el jardíntrae consigo la rama del insomnio,como un pito de vidrioque convoca las alas del invierno.Nunca estuve tan cerca de la muerte,nunca supe que detrás de la músicapudiera haber el cielo adversoperdido entre las zarzas y los robles.¿La vida es ilusoria entonces,un huerto miserablepor donde van la ronda de las constelacionesy el reposo nocturno inalcanzable?

MADRIGAL DE LA MUERTEMuy cerca está tu corazónDe encontrar las hojas de otoñoQuizá un tiempo dorado reinePor los abismosTal vez el olvido mortalSea el más puro encantamientoY aun la rosa impronunciableLlegue volandoMuy cerca tienes la miradaDel desvelado para siempre¿Quién podría cerrar los ojosEn ese cielo?Tal vez el polvo te transformeEn la luna desconocidaY alguien se pierda y no regreseBajo esa luna

MEDIANOCHEMedianoche, no encuentrolos caminos que dan al patio,ni al pozo de agua vivadonde bajan las nubes y el pasado.Digo canciones a una sombrapara volver siquiera soñando,pues sólo en sueños la muertenos deja entrar en su barcosin dar al polvo lo que es del polvoni a la mar los remos blancos.Pierdo la casa (prodigiosde encantadores) y no me hallosino en el patio que daba al cieloy en el agua del pozo y el naranjo.

MEDIODÍAPájaros. Araucarias. No hay esenciasin claridad en este mediodía.Toma la fantasíaque me da la divina indiferencia.Profundo en la memoriava el girasol que la mirada advierte.No pasa el cielo de cristal. Oh muerte,el polvo cesa de mover tu noria:Músicas y alta ramadel tiempo en la delicia del que espera.¿Quién viene? ¿Quién me llama?Otra forma se inicia en la pradera.

MIENTRAS CAE EL OTOÑONosotros esperamos envueltos por las hojas doradas. El mundo no acaba en el atardecer, y solamente los sueños tienen su límite en las cosas. El tiempo nos conduce por su laberinto de hojas en blanco mientras cae el otoño al patio de nuestra casa. Envueltos por la niebla incesante seguimos esperando: La nostalgia es vivir sin recordar de qué palabra fuimos inventados.

NOCTURNOEnséñame quien eres túEn las noches de amargo sueñoSi de aquél olvido cantableLuna mortal o bella historiaNada sabe mi corazónDe celestes aparicionesSi ha sido siempre un extranjeroEn las músicas de tu manoMas a la sombra esperaréA la sombra del almendro blancoPara que me digas tu nombreDonde la azul rosa termina.Apiádate que llega el albaYa tu silencio me abandonasSiento que mi hora está cercay he reinado sobre fantasmas

PÁJAROEn el aire hay un pájaro muerto; quién sabe adónde iba ni de dónde ha venido. ¿Qué bosques traía, qué músicas deja, qué dolores envuelven su cuerpo? ¿En cuál memoria quedará como diamante, como pequeña hoja de una selva desconocida? Pero en el aire hay un patio y una pradera, hay una torre y una ventana que no quieren morir y están prendidos de su cola larga de norte a sur. En el aire hay un pájaro muerto. No sabrá de la tierra ni de esta mancha que todos llevamos, de las máscaras que lapidan, de los bufones que hacen del Rey un arlequín perdido. ¿Quién lo guarda, quién lo protege como si fuera la mariposa angélica? Pájaro muerto entre el cielo y la tierra.


POEMA PARA RECORDAR A ALICIA EN EL ESPEJO Aquí lo legendario y lo real Nuestra historia resulta semejante A la de esa muchacha maravillosa que penetró en el espejo Estuvo siempre a punto de desaparecer Pero ninguno pronunció la fórmula que la devolviera al polvo Ni Tweedledum ni Tweedledee ni la Reina ni el Rey Rojo Que lo único que tenía que hacer era despertarse Tal vez somos un cuento Tal vez sin que nunca nos percatemos La nave de Ulises O el ruiseñor de Keats (Ese pájaro no destinado a la muerte) Digamos entonces que lo que ha sido un canto de la Odisea Continuará siendo nosotros Sin dejar de ser por eso el país de las maravillas Y alguien podrá reconocemos Al escuchar la historia no escrita todavía En la historia castillo la historia luna múltiple En la historia juguete destruido La historia en fin cuando pasó una nube sobre Alicia Tal vez somos la sombra de ese azul en su mano


VIGILIAPasos en el jardín. El vigilantegolpea la corteza del manzanoy hay pájaros que huyen, quedan otrosenjaulados en tiempo y luz de plata.Fábulas no me encanten; velar quieromis armas esta noche o adentrarmepor el jardín y oír bajo mis pasoslos tréboles que guardan en el polvolas maravillas de la blanca torre.Debajo del manzano ya mi ladouna mujer hojea un viejo libro:Demonios hay en torno y una fuenterefleja un ciervo, un tigre de Bengala.Los pasos van y vienen y no sabenquién es el vigilante, el vigilado.

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